La oferta de alojamiento turístico ha estado tradicionalmente conformada a través de hoteles, apartamentos, pensiones, hostales y campings, viéndose influenciada en los últimos años por las nuevas tendencias de consumo y por un modelo que se adapte mejor a las nuevas necesidades de los consumidores. Es en este contexto de alta competitividad en la oferta de alojamiento donde las relaciones entre viajeros y población local se estrechan y generan consecuencias positivas pero también casos en los que la falta de consenso pueden llegar a generar situaciones de masificación y descontento.
Reto: ¿Qué modelo de convivencia se puede establecer entre el alojamiento turístico y el entorno vecinal?