El agua mejor en jarra
La venta de agua embotellada se ha convertido en uno de las actividades más ejemplerizantes de un sistema global que prima el beneficio económico frente al perjuicio medio ambiental. Aunque lo que se venda sea un artículo de primera necesidad.
Siendo el suministro de agua uno de los pilares del asentamiento urbano las ciudades actuales, y los comercios que en ellas se ubican, se sustentan en dar la espalda a la necesidad de cubrir la necesidad básica de paliar la sed. Salvo que se pague para ello.
El impacto medioambiental que produce el agua embotellada es conocido y medible. Al igual que defendemos la limitación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los vehículos de combustión para preservar nuestro mundo, debemos limitar y/o prohibir los procesos de aquellas industrias que en su actividad perjudican al medio ambiente. Y, entre éstas, se encuentran, sin duda, las empresas embotelladoras de agua.
Estas empresas comercializan un artículo de primera necesidad, el que más, y han sabido implicar al sector público y al hostelero que han entrado a formar parte del enorme negocio de vender agua. Agua que sale del grifo cuando se abre, en condiciones idóneas para ser consumida, con el menor perjuicio medioambiental posible, y, la mayor de las veces, de mejor calidad que la embotellada.
Comercializar con el agua de la manera que se está haciendo en la actualidad es una agresión descabellada para el medioambiente y que no aporta valor al consumidor, que es obligado a causar un perjuicio medioambiental, porque no le dan la opción beber agua del grifo. Beber agua embotellada debe ser una opción no una obligación.
Nuestra idea es normalizar la venta de agua y facilitar su acceso. Para lo que proponemos lo siguiente:
– Aumento de puntos de acceso al agua allí donde se produzca concentración de personas.
– Inventario de fuentes en la web de fácil acceso.
– Habilitar puntos de venta/devolución de envases ecológicos y reutilizables para portar agua (recogida y devolución reembolsable). Pudiendo dar imagen de marca con el diseño de esos envases.
– Obligar por normativa a la puesta en disposición o venta de jarras de agua del grifo en los locales de hostelería.
– Campañas de concienciación del público y los empresarios hosteleros sobre el impacto medioambiental del agua embotellada.
– La prohibición de botellas de agua de <1,5 litros en envases no reutilizables.
Como medida de presión propongo elaborar dípticos e informar a los comerciantes del sello de “El agua mejor en jarra” y elaborar una app donde se pueda ver que comercios ponen jarra a disposición de sus clientes y cual no, relacionar esto con p.ej. Tripadvisor como sello de calidad e información.
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