¡Música en la Universidad!
Diferentes estudios han demostrado y confirmado que la música puede ser un elemento fundamental para modificar el estado de ánimo de las personas (cuando usamos música mientras practicamos deporte por ejemplo). Además, influye directamente en nuestras emociones. El objetivo sería trasladar todas esas sensaciones positivas a la facultad.
“La estrecha relación existente entre un determinado estado de ánimo y su expresión exterior, es lo que nos permite actuar sobre las emociones con la música. También sucede que se va formando así mismo un mecanismo de feed–back ( o retroalimentación), en el que no solamente el estado de ánimo produce una expresión emocional, sino que a su vez esta expresión tiende a despertar o mantener el estado de ánimo .[…].Este pensamiento positivo modifica las endorfinas y las células C del organismo que forman parte del sistema inmunológico. Sólo tenemos que observar que al escuchar una audición adecuada para alcanzar un estado de relajación, el estado de ansiedad, la curva respiratoria y la frecuencia cardíaca descienden significativamente“.
Con esta idea, se busca que el alumnado pueda desconectar entre los cambios de clase y se relaje (en algunas facultades no hay tiempo suficiente tiempo para descansar entre horas, si suena la música puede servir para recordar al profesor que su clase ha finalizado y que se respete dicho descanso). Las consecuencias de esto podrían ser varias: Aumento del rendimiento escolar, aumento de la participación en las clases, mayor sensación de bienestar en el alumnado etc. Incluso sería interesante comprobar si el efecto estimulante de la música repercute en un incremento de estudiantes asistentes (imaginemos un día en el que haya muchas horas de clase y los alumnos decidan marcharse antes a su casa, puede ser que la música desarrolle sensaciones positivas en los estudiantes y abandonen la idea de marcharse antes).
Estudio: LACÁRCEL MORENO, Josefa. Psicología de la música y emoción musical. Educatio Siglo XXI, [S.l.], p. 213-226, dic. 2003. ISSN 1989-466X. Disponible en: <http://revistas.um.es/educatio/article/view/138/122>
Si la idea planteada anteriormente se corroborase, se podría expandir a las aulas (aunque cumpliendo ciertas características). También podría ocurrir que no funcione en todas las facultades o que se desarrolle mejor en unas que en otras, pero claro, esto ya entra dentro del campo de la especulación.Con una inversión muy baja podríamos obtener resultados sorprendentes. (http://www.udg.mx/es/noticia/la-musica-puede-favorecer-el-rendimiento-escolar).
Otra idea sería la de incluir en los halls de la facultad algún instrumento musical (por ejemplo un piano), éste podría servir como elemento de integración y de cohesión social, además de que crearía un clima y un entorno saludable y de desarrollo para el estudiantado (como diferentes estudios han demostrado, el entorno es una pieza clave en el desarrollo académico). (http://colegiomarianebrera.es/la-importancia-del-entorno-en-el-aprendizaje/)
Para finalizar y si todo lo comentado anteriormente se comprobase empíricamente, podriamos plantearnos la idea de crear talleres musicales gratuitos para el alumnado de la facultad o de potenciar las aplicaciones musicales (como la aplicación “Simply Piano” con la que se puede aprender a tocar el piano de forma gratuita -aunque llegado el momento hay que pagar-).
En mi opinión, un buen lugar para poner en práctica todo esto podría ser la Facultad de CCPP y Sociología.
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