Bibliotecas públicas como tercer lugar
Se trata de promover y favorecer el cambio de las bibliotecas tradicionales, donde el único servicio es el préstamo y lectura silenciosa en sala. De este modo hay que cambiar dicho sentido y centrar toda la atención en el usuario y la comunidad, el auténtico protagonista.
Se busca la atención y participación activa de los principales responsables para llevar a cabo dichos cambios y hacer una división del espacio para diversificar actividades. La biblioteca se convierte así en un campo experimental, de descubrimiento y exploración, donde diferentes bloques interaccionan fomentando la imaginación.
Gracias a ello se pueden ofrecer productos por y para el usuario, en este caso la comunidad, sin imponer nada, dando a elegir de este modo entre una gama de ofertas y posibilidades, desde poner salas a libre disposición del usuario, creación de salas innovadoras como de cine o videojuegos o talleres que atiendan las necesidades de los vecinos. Con ello se pretende acercar al usuario a la cultura, a nivel emocional e intelectual, a través de diferentes formas, atractivas e innovadoras, e impulsar las comunidades e intercambios sociales.