Retención de talento senior
PROGRAMA DE RETENCIÓN Y FOMENTO DEL TALENTO SENIOR
La presente propuesta se planteó originalmente como alternativa a los premios de jubilación ante la imposibilidad de que éstos se concedieran en su formato original. En la actualidad, parece ser que esta situación está prácticamente solucionada a falta de su aprobación en el próximo Consejo de Gobierno lo que, en caso de ser así, eliminaría el obstáculo planteado y permitiría que se concedieran dichos premios.
Con independencia de que todo transcurra en el sentido esperado, entiendo que la propuesta que en su día se planteó no deja de carecer de interés y podría, de hecho, ser compatible o simultaneable con la percepción de los mencionados premios.
La propuesta que aquí se formula consiste en ofrecer la posibilidad a las personas que se jubilen la posibilidad de:
A- Percibir el premio tal y como estaba concebido originalmente
B- Percibir el premio prolongando su vida laboral bajo determinadas condiciones por un período que implique que, la diferencia de retribución con respecto a lo que percibiría estando jubilada, alcanzara la totalidad o una parte del montante total del premio.
C- Una combinación entre ambas.
Al ofrecer esta posibilidad estamos reteniendo talento, facilitando la transición a la jubilación de personas que siguen pudiendo ejercer todas sus capacidades y contribuyendo así también a su bienestar psicológico y emocional, reforzando a la propia institución no sólo por la imagen de desarrollar un proyecto responsable y respetuoso si no también, por la incorporación de saberes y experiencias diferentes en aquellas áreas, servicios o actividades en las que se inscriban esas personas durante un determinado período.
Brevemente, la propuesta consiste en:
1.- El premio económico que se prevé dar tiene un método de cálculo basado en unidades de nómina y tiempo de sewrvicio prestado.
2.- La cantidad resultante debería de reflejar en un cálculo inverso un número de meses de servicio normal.
3.- Supongamos que el número de meses resultante fueran cuatro, la propuesta es ofrecer a las personas que se jubilen prolongar su vida activa por ese período pero bajo “determinadas condiciones”. Dichas condiciones podrían ser la presencialidad o no, el teletrabajo, el asistir a las tareas a desarrollar un determinado número de días al mes dependiendo del grado de implicación, compromiso y, en definitiva, la voluntariedad de las personas que se acojan a esta modalidad.
4.- Durante ese tiempo las personas percibirían el mismo salario que percibían pero podrán desarrollar otras tareas y actividades distintas a las habituales desarrolladas hasta ese momento
5.- Se puede argumentar que, si se está percibiendo el mismo salario que se percibía por hacer otras actividades, el premio no es tal pero ello no es del todo cierto por las siguientes razones:
– De estar ya jubilado se percibiría una cantidad sensiblemente menor que la que se percibía en una nómina durante el servicio activo. En ese sentido, la diferencia de retribución supone ya un beneficio económico extra en la medida en que se iba a dejar de percibir
– No es la misma fiscalidad la de un premio que la de una nómina con lo que esto también puede ser un beneficio
– Prolongar la vida laboral por un corto periodo de tiempo de manera voluntaria puede suponer beneficios psicológicos que pueden ayudar a las personas a transitar a su nuevo estatus.
– Ya se ha comentado antes que se trataría en todo caso de que las personas interesadas en esta alternativa dedicaran su tiempo a actividades diferentes a las que venía realizando cuando se jubilaron con lo que, esta oportunidad, pasa a ser también parte del premio en tanto que permite aplicar, desarrollar o participar en cosas que, hasta ese momento no estaban a su alcance o, por lo menos, dentro del ámbito de sus competencias.
– Para finalizar, la modalidad de prestación de esas actividades (presencialidad o no) así como su intensidad (dedicación horaria), dotan a esta opción de una virtualidad que puede hacerla atractiva y viable.
Para la elaboración de la presente propuesta se ha partido de una serie de cuestiones:
¿Qué cosas puede enseñar, sugerir y contar una persona que ha trabajado en nuestra Universidad una buena parte de su vida profesional?
¿Qué cosas sería capaz de hacer si se le diera la oportunidad de hacerlo durante un período de tiempo al final de su vida laboral?
¿Sería un beneficio para esas personas hacer cosas distintas a las que han hecho hasta ese momento y que les resultaran interesantes?
¿Sería un beneficio y una oportunidad para la universidad que esto sucediera?
¿Es éticamente responsable para las instituciones tratar de conseguir el bienestar emocional de sus empleados?
Obviamente entendemos que las respuestas a todas estas cuestiones son en sentido positivo y esa es la idea subyacente al proyecto
POSIBLES ACTIVIDADES A DESARROLLAR:
Podrían definirse 2 modalidades de actividades:
A) Actividades propuestas por las propias personas que se van a jubilar
B) Actividades ofertadas por la propia universidad
Dentro de la primera modalidad podrían entrar por ejemplo:
– Proyectos de actividades de mejora del servicio en el que venía prestando trabajo (o de alguno de los que lo había hecho durante su vida profesional)
– Proyectos de actividades de mejora de algún servicio concreto de la universidad (con el consentimiento y refrendo del mismo)
– Puesta en funcionamiento o elaboración de propuestas de nuevas actividades a desarrollar dentro de la universidad (pilotaje)
– Colaboración voluntaria en un determinado centro o servicio (con el consentimiento del mismo en función de la disponibilidad o viabilidad en ese momento
– …
En la segunda modalidad podrían incluirse por ejemplo:
– Actividades ofertadas por la propia universidad
– Actividades ofertadas por centros, departamentos, servicios, grupos e institutos de investigación
En ambos casos habría que elaborar un catálogo de posibilidades a comienzo de cada año con objeto de darlo a conocer a todas las personas que se jubilen durante ese período y que puedan solicitarlo. Para ello, el Gabinete de Acción Social debería de hacer una convocatoria interna a la universidad antes de la finalización de cada año con objeto de poder resolverla y ofertarla a comienzos del siguiente a las personas que se fueran a jubilar en el mismo.
Una vez ofertado el catálogo, el mismo GAS debería de publicarlo con objeto de que las personas interesadas lo soliciten y puedan ser asignadas a su respectiva actividad
EJEMPLO PRÁCTICO:
Con objeto de tener una visión práctica de lo que se está proponiendo, en mi propio caso pienso que podría tener a mi alcance tres opciones:
A) Con independencia de la oferta que pueda generarse por diferentes instancias dentro de la propia universidad, supongamos que puesto que hay una serie de puestos pendientes de cubrir dentro de mi propio servicio que están a espera de incorporación , yo podría desarrollar la actividad de apoyo que se me dijera en tanto que las plazas se cubran.
Podría objetarse que algunas de ellas no coinciden con el nivel que ahora ocupo pero, si no existe inconveniente por ninguna de las partes, y para mi supone la vuelta a una actividad reparadora, no debería de haber ningún problema en hacerlo.
B) Puedo proponer al menos una actividad de mejora de mi servicio totalmente viable.
C) Puedo proponer una actividad de mejora o nueva por ejemplo a Alumni. (Podría proponerle el diseño de un plan y esquema de formación).
BENEFICIOS DEL PROYECTO:
– Beneficios económicos y psicológicos que se han apuntado más arriba, que redundan directamente en las personas que opten por esta vía.
– Puede ser beneficioso para la propia universidad en tanto que, además de solventar un problema, puede incrementar su imagen reputacional y nutrirse de nuevas ideas e incluso mejorar sus procedimientos y servicios.
– Puede ser beneficioso para la Seguridad Social en tanto que prolonga la edad laboral y la cotización de las personas que se acojan a este proyecto.
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