"Reverse vending" para fomentar el reciclaje en Granada
Marta Castaño Casco
Un grave problema al que se enfrenta la sociedad de forma general, es los desechos en espacios urbanos y naturales. Este asunto, por supuesto, también incumbe a Granada. Ello conlleva claros impactos medioambientales, como la contaminación del medio (ya sea en aire, terrestre o en las aguas de zonas circundantes), la propagación de olores desagradables o la suciedad urbana
Sin embargo, una de las formas con las que se está motivando a ciudadanos de otras ciudades y países a reducir estos deshechos, es a través de las máquinas reverse vending. En estos contenedores, el usuario introduce productos de plástico o aluminio, como botellas, briks o latas. Posteriormente, un lector examina el código de barras, el peso del producto que se quiere reciclar, así como otras variables, para devolver al usuario la cuantía estimada o algún vale de descuento para gastar en alguna tienda.
Las generaciones jóvenes son las más concienciadas y dispuestas a reciclar, por lo que incentivarlos económicamente puede suponer un aumento de la frecuencia de reciclaje de los mismos. Según datos de 2019 proporcionados por la página web de la Universidad de Granada, ese mismo año, había matriculados cerca de 56000 estudiantes de grado, máster y doctorado. Es decir, es un público objetivo cuantioso y fácil de alcanzar.
La propuesta consiste en situar en las distintas facultades y otros edificios pertenecientes a la UGR, los contenedores ya mencionados. También se podría plantear distribuir contenedores en otros puntos de la ciudad, por si otros ciudadanos que no pertenezcan a la comunidad universitaria quisieran participar en el reciclaje a través del reverse vending. A la comunidad universitaria (alumnado y personal), además, se le podría compensar el importe del reciclaje en forma de saldo para el credibus.
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